domingo, mayo 29
Todo contracorriente
La mano le tiembla aún, pero ni punto de comparación con el terremoto que la sacude por dentro. No sabe qué decir. Y no dirá nada. Ese silencio en el que desde días la está abrazando otra vez, le está robando esa última gota de esperanza que lo había llevado otra vez allí, a esconderse detrás de un matorral para esperarla. Para saber una verdad que ya tendría que conocer. Porque los hechos hablan más claramente que las personas. pero él no los ha escuchado. Ni antes ni ahora. Y mientras sube la escalera, siente a sus espaldas el ruido de la Vespa que se marcha a toda velocidad, tan verviosa como su conductora
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario