Algo a lo que yo de verdad llamo amistad

lunes, agosto 15

Ese sentimiento...


Tumbada sobre su cama, donde las horas, los minutos e incluso los segundos se le hacen eternos. Tic tac, tic tac, tic tac, ese ruido sordo que la acompaña todo el día, sin compasión ninguna. Se vuelve y a su lado esta su móvil, aún ninguna llamada y lo que más le extraña que tampoco tenga ningún mensaje, si hace ya… ¿Cuánto, media hora? Sí, exacto, solo media hora. Aunque para ella un mundo, como esa persona. Y otra vez lo mismo, ese ruido en su cabeza y a cada minuto mirando la pantalla de su móvil. No puede más, tan solo han pasado dos semanas y otras dos que quedan para poder verlo, sentir su respiración al mismo tiempo que la suya, volver a ver sus ojos, y saborear otra vez sus labios. Sentirse cerca de él, que le abrace y la mime, la cuide como solo él sabe hacer. Que se estremezca con cada te quiero que le diga al oído, que todo su cuerpo vuele, claro, si está él cogido de su mano. ¿Está enamorada? Aún no lo sabe, tampoco cree que deba saberlo tan rápido, tienen todo el tiempo del mundo. Pero lo que sí tiene claro es que al hablar con él una sonrisita tonta aparece por su cara, el tiempo se le va sin darse cuenta, y todo su cuerpo y sus sentidos cobran energía. Es algo nuevo y diferente, extraño y bonito. Y le quiere, le ama, mucho, e incluso demasiado. Tiene miedo… sí, a poder perderlo para siempre, pero esa sensación se va perdiendo poco a poco, quiere vivir el momento, y sobre todo vivirlo con él. Al final esa chica que estaba tumbada en su cama se levanta y vuelve a mirar la pantalla. Mensaje nuevo. ‘’Tengo ganas de verte, ganas de ti, te amo’’ Y lo sabe, sabe que quiere estar siempre a su lado. Y ahora sí que nadie se lo va a poder impedir, va a ser feliz hasta el último momento pero me falta algo… ah, tú. 

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