Algo a lo que yo de verdad llamo amistad

miércoles, julio 6

Y es algo más que locura lo que siento por ti

Aun sigo siendo la misma niña pequeña de siempre

Y un año más, 14 simplemente, para mi muy pocos, sigo siendo la misma niña pequeña que hace unos años, con las mismas tonterías en la cabeza y las mismas ilusiones. Ilusiones que se van desvaneciendo poco a poco. Sigo creyendo que algún día venga un príncipe y me lleve en su caballo, y escondernos para siempre los dos solos, vivir nuestro propio cuento de hadas. Y me siento indefensa, sin nadie que sepa protegerme, me gustaría ser yo misma, saber mis propias metas, pero no puedo, no es así. La misma niña chica y pequeña, nada más que ahora dándose cuenta de lo que de verdad hay, de que nada es como uno quiere, por lo menos para mi. Tonta, sin querer darme cuenta de como es el mundo realmente..

lunes, julio 4

El final de algo que parecía no tenerlo

Una pequeña lágrima cae sobre su perfecto pómulo, no quiero, el único que tiene que sufrir soy yo, ella no se lo merece, no tiene que ser así. Pero se perfectamente que sufrirá tanto como yo. Ahora sí reacciono, la atraigo hacía mí y la abrazo fuerte, la tengo así durante todo el tiempo que necesita. En ese momento lo suelto, se lo digo, y espero a su reacción, se separa y no se mueve, mira al suelo, y justo ahí rompe a llorar, desconsoladamente, se sienta en su balcón y se tapa la cara por vergüenza, no quiere que la vea llorando, nunca ha querido, y hasta ahora sigue siendo así.

¿Por qué, por qué, por qué? Porque todo tiene que ser así de difícil, pero en ese momento parece darse cuenta de que yo ya no me siento cuenta en esta situación, me atrae consigo y me abraza, mientras que a mi una lágrima se me escapa, le abrazo fuerte para que no pueda irse. En ese momento las palabras salen de su boca tan rápido que ni tan siquiera me deja tiempo para analizarlas, todo es muy rápido y confuso, al final todo cobra sentido, comprendo todo lo que quiere decir. Se acabó, todo al final roto, y rompo a llorar como nunca lo había hecho, lloro y lloro, y lo único que se me ocurre es taparme la cara, muerta de vergüenza como siempre me había pasado a que el me viera así, triste.

El final de algo que parecía no tenerlo

Llegué corriendo a casa temiendo que el ya se hubiera ido, que se hubiera cansado de esperar, pero lo veo, veo su perfecta nariz dibujada con el reflejo del sol, sus preciosos ojos que me miran ya desde lejos. Salgo corriendo, y me tiro a sus brazos, dejo llevarme entre ellos, soñar despierta. Pero noto algo raro, distante y demasiado frío. Me separo y veo sus ojos clavados en los míos, sin haber movido ni un solo músculo al sentirme cerca. Intenta hablar, pronunciar una mísera palabra, algo para que yo pueda comprender porque está así. No le sale, esa palabra que va a ser la definitiva, y la que tanto le va a costar decir.

Sentado en su portal, como tantas veces lo he estado, esperando a que ella bajara para irnos a cualquier parte con tal de tenernos juntos, sentirnos cerca. Con esa sonrisa, y esos ojos que me hacían llorar, y con esa alegría que tenía cada vez que me veía ahí sentado, esperándola. Y esta vez es igual, viene tarde, pero igual de bonita y tierna que siempre. Corre y se tira a mis brazos, yo ni siquiera me muevo, la miro y la sigo mirando. Se da cuenta, es evidente, y se separa, y me mira. No consigo vocalizar un puñetera palabra, me gustaría decírselo así sin más, rápido, pero que no sufra tanto. Es imposible, nada sale, mis ojos aun no se han ido de los suyos, siguen clavados ahí.



sábado, julio 2

Y ahora me toca ser feliz, si, merecido

Quiero vivir, volar y ser libre. Salir con mis amigos, pasármelo como en un cuento, tener nuevas sensaciones, correr grandes riesgos. Coger el autobús y perderme, que me deje en la última parada y volver a casa en el mismo sentido. Sentarme en media de una gran plaza, y dejar que todo el mundo me mire, sin prestar atención a a las que lo hacen por envidia. Enviada a que sea así, feliz, a que toda mi vida vaya como siempre he querido, puede ser tarde, pero nunca demasiado. Puede que al final todo esto no sea más que un sueño, pero hasta ahora no lo es y sigo pensando que será así. Estar con mucha gente o simplemente con un amigo, saltar y vivir sola o acompañada, dejarme llevar por mi corazón. Hacer lo que me apetezca justo en ese momento, saludar a cualquier chico guapo que me encuentre por la calle, llorar y llorar de alegría, y reír hasta que todo mi cuerpo me lo permita. No dejar que nada ni nadie me lo pueda estropear. Si, eso es lo que quiero, y por ahora va a ser así