Y ahora mismo quisiera pensar que todo sigue igual, que nada ha cambiado, que el mundo sigue siendo de color rosa, que la vida te sigue sonriendo, que todo es tan fácil como antes.
Quisiera saber que es lo mejor para mi sin chocarme tantas veces, sin derramar tantas lágrimas. Quisiera saber si voy por el camino correcto, si me vale la pena seguir adelante. Quisera saber porque tengo tanta inseguridad al dar un simple paso, al decir una mínima palabra, porque al final de las cosas que hago muchas tienen consecuencias. Quisiera estar en un mundo sin preocupaciones, en un mundo donde nada importase, donde todo diese igual. Quisiera contenerme las lágrimas y poder sonreir a la vida sin temor a saber lo que te espera depués. Quisiera aprender a vivir la vida sin preocupaciones, sin necesidad de sufrir.
Quisiera ser una piedra dura y fuerte, la que puede aguantar hasta las tempestades más fuertes. Pero al mismo tiempo quisiera ser un pájaro, para poder volar libremente y dejar que el viento te lleve a cualquier lugar donde pueda ser feliz.
Pero aqui sigo yo, esperando que llegue ese día en el que deje de ser una estupida que sufre por todo. Ese día en el que me de cuenta de quien soy verdaderamente y hacia donde me dirijo. De quien de verdad vale la pena y quien no tanto. De quien me quiere de verdad: De levantarme un día y querer comerme el mundo. De pensar que todo esto no ha sido más que una tonta pesadilla. Pero sé que todo esto no ha sido una tonta pesadilla, por mucho que lo niegue es la cruda y dura realidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario