Algo a lo que yo de verdad llamo amistad

sábado, mayo 19

Right next to you


Pasa el tiempo, bueno más bien vuela, las cosas cambian, todo sigue, nada se para. Gente que viene y que al rato se va, que dejan bonitas sonrisas y puede que hasta amargas lágrimas. Es triste el saber que todo tiene su propio fin, que esa es nuestra meta y que nada ni nadie puede hacerla cambiar. Pero de repente alguien aparece, que ilumina y que camina hacia tu lado. En ese momento te acuerdas de todo, de la primera vez que la conociste, todas las risas a su lado, cada beso, abrazo y gilipollez. No la pierdes de vista, temes que se pierda y no la vuelvas a encontrar jamás, y ese es tu principal miedo. No quieres que se aleje, quieres pertenecer con ella hasta el final, hasta que todo acabe. Quieres seguir buscando la felicidad con ella, que te siga guiando por el mejor camino, que no te deja caer por nada y que si por algo te despistas que sea ella la que te ayude a levantar. Sabes que lo que tienes a tu lado es algo grande, que jamás podrás pagar y que nunca tal vez te hayas merecido. También sabes que si no la cuidas bien en cualquier momento puede desaparecer y que eso es lo último que querrías. Asique cuídala como a ninguna, dale todo lo que puedas porque ella siempre te lo estará dando a ti, no dejas que se caiga, y si lo hace y te pide que le echas una mano, tu ofrécele las dos, es lo menos que se merece. Acompáñala hasta el final, nunca dejes que nada ni nadie se interponga en vuestro camino, y que por muy mala que sea la cosa, regálale una sonrisa de esas que a ella tanto le gustan y le dan más fuerzas. Ella es fuerte y jamás te pedirá ayuda, pero tu sola sabrás cuando la necesita. Nada es para siempre, si, pues al estar con ella, os aseguro que ese mito cambia.