Me hace gracia en la forma en la que te ríes de mi, en la que eres incapaz de ver tus propios errores y no tienes más remedio que criticar los de los demás. Te haces llamar amigo, ahora simplemente un autentico desconocido después de todo. Buscas mis fallos y no te das cuenta de los millones tuyos, quieres verme sufrir y así poder alegrarte tú. Retrocede, fallas en este camino, bueno, como en todos los demás. Estoy feliz y tu no vas a ser el gilipollas que me quites esta sonrisa que tanto me ha costado. Yo no me río de ti, tampoco siento ningún tipo de lástima o ni tan siquiera cualquier sentimiento de amistad, no lo mereces. A si que a partir de ahora quiero que desaparezcas de mi vida, para no volver a entrar. Hoy me lo has demostrado, y no habrá nada que pueda hacerlo cambiar, cuando la confianza de acaba nunca más vuelve a surgir.
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