nunca llores por alguien que no se lo merece, porque quien se lo merezca nunca te hará llorar

Me escondí en mis miedos, no pude ser yo misma, no disfrute, tampoco tuve tiempo para mi misma. La inmadurez y la impotencia hicieron una vez más de las suyas, hacerme sufrir y mucho. Di millones de cosas por personas que no han echo ni la mitad por mí, prometí cosas de las que me arrepiento. Mucho daño, dos palabras clave que sufrí y que viví, mi pasado, pero en este momento simples palabras olvidas, mi presente. Gracias por haberme echo sufrir así, al final me abristeis los ojos, me di cuenta. Lloraba por personas que no me valían la pena, me hice a mi misma daño por no ver sufrir a los demás, pero ahora se acabó, sí, nunca más volveré a pasar por todo eso, me niego... Pero al final de todo se aprende, y ahora he aprendido a mirarme de otra forma, y no pasarlo mal por alguien que nunca lo haría por ti, puede que sea tarde, pero abrí los ojos, y por ahora es eso lo único que me importa...